El BCE confirma que subirá 25 puntos básicos en junio en la "recta final" de las alzas
Christine Lagarde y Luis de Guindos, los dos cargos más altos de la institución, apuntan a que los incrementos más pequeños serán la nueva norma y a que gran parte del camino del endurecimiento monetario ya se ha recorrido.
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Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), y Luis de Guindos, vicepresidente de la institución,confirmaron en sus respectivas intervenciones que la autoridad monetaria afrontará en junio una subida de 25 puntos básicos, hasta el 4%, tal y como preveía el mercado.
Los discursos de los dos altos cargos de la institución con sede en Fráncfort arrojan algo luz sobre los próximos movimientos, aunque no han fijado una meta definida sobre cuándo terminará el ciclo de incrementos del precio del dinero.
El banquero central español, que intervino en RNE, señala directamente que las alzas de menor tamaño adoptados en la última cita de mayo son ahora "la nueva norma", mientras que para Lagarde, que realizó un discurso en Alemania, se trata de "subidas estándar", aludiendo a que los fuertes incrementos vistos en el pasado eran movimientos extraordinarios.
Después de elevar las tasas 375 puntos básicos en menos de un año, consolidando el ciclo de subidas de los tipos de interés más agresivo en los 25 años de historia del banco central, los incrementos que se realicen a partir de ahora serán pequeños. El objetivo, señalan ambos banqueros centrales, es llegar a un punto en el que se tenga "la suficiente confianza de que la inflación está camino de volver al objetivo del 2%".
"Hay la percepción de que una gran parte del camino de subidas de tipos se ha llevado a cabo y queda la última parte, la recta final", señaló Guindos, que ha advertido, sin embargo, de que el momento concreto en el que detengan el endurecimiento monetario lo determinarán los datos, como las proyecciones de la inflación que actualizarán en su cita de junio y la transmisión de la política monetaria a través de la banca.
Lagarde empleó un discurso más crítico, pero relacionó el endurecimiento monetario con un avión que trata de llegar a su destino, siendo este la estabilidad de precios, y también insinuó que el final puede estar cerca. En ese contexto, explicó, "al principio el avión (y los tipos) necesitan subir con fuerza y acelerar rápido, pero, según se acerca al objetivo de altitud, se necesita subir más gradualmente para llegar al destino, pero sin pasarnos".
Para la presidenta del BCE, el organismo "se está acercando a la altitud de crucero", lo que apunta en el mismo sentido que Guindos de que aunque aún queda algo de camino por recorrer, el peak de los tipos de interés está ya cerca.
Préstamos bancarios
La autoridad monetaria está especialmente pendiente de cómo el sector financiero está trasladando las alzas de los tipos de interés a la economía real a través de un encarecimiento de las condiciones de financiación. Según ha recalcado Lagarde, las subidas de tipos se están transmitiendo con fuerza a los préstamos bancarios", algo indispensable en la batalla contra la inflación.
De hecho, la presidenta del BCE destacó que, aunque las condiciones de acceso al crédito se han endurecido de forma significativa, los bancos aún tienen que tensarlas mucho más "dado las rápidas y fuertes subidas que ya hemos llevado a cabo". Además, añadió que si la tensión bancaria derivada de la intervención de varios bancos en Estados Unidos acaba calando en las entidades y encareciendo los préstamos más de lo esperado, "eso tendrá que reflejarse en un peak de tipos de interés más bajo".
Sin embargo, Lagarde también arrojó un cubo de agua fría a aquellos que durante la mañana habían celebrado la reducción de la inflación subyacente en la zona euro, que se situó en el 5,3% en mayo y podía augurar menos presión por parte del BCE para seguir endureciendo su política monetaria.
La presidenta de la institución europea ha señalado que "no hay evidencia real de que la inflación subyacente haya tocado techo" e indicó que "bajo todas las medidas que monitoriza el BCE, sigue muy fuerte".
Tras estos mensajes, los expertos vaticinan que el fin del ciclo de subidas de los tipos de interés puede llegar tras dos incrementos más -en junio y en julio- de 25 puntos básicos cada uno, con una ligera posibilidad de un incremento más en septiembre. Esto se traduciría en unas tasas de entre el 4,5% y el 4,25%.
LA INSTITUCIÓN VIO DEMASIADO RIESGO EN OPTAR POR ALZAS MAYORES EN MAYO
Los discursos de la presidenta y el vicepresidente del Banco Central Europeo coincidieron con la publicación de las actas de la última reunión de política monetaria, celebrada a comienzos de mayo y en la que la institución optó por elevar las tasas en 25 puntos básicos, hasta el 3,75%.
Los mayoría de miembros del Consejo de Gobierno del BCE apostó por reducir el ritmo de las alzas del precio del dinero, una decisión que se tomó por cuestiones de "prudencia".
"Dado que las tasas de interés estaban ya en terreno restrictivo, se prefirió aumentarlas en 25 puntos básicos, también desde una perspectiva de gestión de riesgo", rezan las actas.
Para la mayoría de los banqueros centrales que componen el órgano de decisión del BCE, "los posibles costes de incrementos mayores sobrepasarían los beneficios, dada la todavía elevada incertidumbre y la percepción de que todavía estaba pendiente la transmisión de mucho del impacto de los anteriores incrementos de las tasas de interés".
Este mensaje supone una prueba de que en la institución ya se debate el riesgo de pasarse de frenada con el endurecimiento monetario, algo ya planteado en anteriores citas.
Algunos miembros del BCE, sin embargo, hubieran preferido ser más contundentes con una subida de tipos de 0,5 puntos. En ese sentido, señalaron que un incremento mayor ratificaría su compromiso de recuperar la estabilidad de precios cuanto antes.